domingo, 26 de abril de 2015

El Despertar Nº1

En ese entonces, perteneciendo al grupo mudo,
fui los que anidan en la burbuja asustados por un grito.
El mundo era pequeño, un meñique disfrazado de sol y luna,
un latir dañado. El mundo era breve.

De improviso mi atención se convirtió en piedra.
Me miraste y por el torreón cayó sobre mí todo el universo.
Tu ojo fue el martillo que abatió cada paredón.
Sorprendido de la bulla, el mundo fue suelto.

Descubrí;
La mar, el cerro y la estrella del sur que está siempre,
un cielo de astros, una estera tejida para explorarse.
Descubrí;
“La costumbre puede, desterrar a uno de su tierra”.
 
 
 
Andrea Rojas Alfaro

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